Aún bajo su influjo:

Se denomina Luna Azul a la segunda Luna Llena ocurrida durante un mismo mes del calendario gregoriano (el usado habitualmente en Occidente), lo que sucede aproximadamente cada dos años y medio o tres.

Se trata de una Luna Llena que simboliza la claridad verdadera y la posibilidad de comprender lo sustancial y de acudir a las verdades que duermen silenciosamente en cada célula, en cada molécula o partícula… Por ese motivo se trata de un acontecimiento que permite ir al fondo y hallar así respuestas y explicaciones a lo que significa la vida y el hacer parte de ella.

Cada vez se nos hace más evidente que hemos de tomar cartas en el asunto y redirigir nuestras vidas, (o ir ya asentándolas en caminos que llevamos un tiempo transitando…) Ya no estamos tan “en pañales” como hace 3 años cuando fue la anterior Luna Azul… y a cada momento se nos muestra más evidente que hemos de hacer balance… que ya no podemos seguir arrastrando viejas heridas y victimismos… buscando culpables “afuera”…

Podemos, en fin, recapitular y darle cerrojazo a todo lo que no nos permite ser felices, disfrutar de la vida, celebrar… y ese “todo” suele ser ese bagaje interno con el que no nos hemos, quizás, querido enfrentar aún por miedo al dolor… pero, para qué prolongar esa agonía???… no es mucho mejor coger ya “el toro por los cuernos”?… ir ya despejando incógnitas en estas largas ecuaciones vitales?…

Podemos estar notando que los ánimos, en nuestras relaciones, pueden estar caldeados… por lo que se recomienda no tomarse nada personalmente, aunque sí asumir, por supuesto, toda la responsabilidad de lo que está ocurriendo, como emisores/creadores de nuestra realidad…

Si logramos mantenernos en esta templanza y confianza, la recompensa “al otro lado” de nuestros patrones repetitivos, (dada la inmediatez de las manifestaciones y retroalimentación con el entorno) vale su peso en oro!

Recordemos que la situación “externa” se corresponde e iguala con nuestro interior… por lo que una relación equilibrada con nosotr@s mism@s, sanando viejas heridas y mimando al niño interno… con una utilización continuada del perdón, garantiza la paz con nuestro entorno.

Tiempo de contacto con la naturaleza… de autocuidarse… de nivelarse… preparándonos para esta Luna Azul del 31, que como todas las Lunas Azules, triplicará la energía y poder de las intenciones y objetivos que en ella pongamos, elevando también ampliamente nuestra conciencia espiritual!

Así que, procuremos celebrarla reuniéndonos con personas afines, ya que Acuario (donde se posiciona esta Luna) representa lo colectivo, la amistad y la fraternidad… y Urano, su regente, instaura revoluciones y cambios en nuevas conciencias… así que ésta es una más que buena ocasión para el gozo en compañía de personas que vibran en sintonía con nosotr@s!

Centrémonos en los objetivos y las intenciones (además de que recién celebramos un Nuevo Ciclo Maya el pasado 26 de julio, y es buen momento para enfocarnos en crear desde lo nuevo y conveniente!), ayudándonos de tamaña energía… y orientándonos hacia la “Puerta del León”, (que tendrá como momento álgido el 8.8.8…) como reencuentro con nuestro Poder Interno y Espiritual… la reunificación, cada vez más clara y evidente, (y para la que cada momento estamos más capacitad@s para que tenga lugar…) de nuestras otras realidades… transitando de la confusión o energía cambiante en intensidad que much@s podemos estar experimentando, al momento de reecuentro y soberanía, cada vez más cercano.

Nada viene exento de una mirada consciente, por supuesto. Pero con ganas y determinación interna, nos aproximamos con firmeza.

Fuente: Desconocida