"Me gustaría agradecerte la terapia Reiki que me has brindado durante un año, ya que me ha aportado muchísimo en mi crecimiento personal y espiritual. Gracias a tus consejos y apoyo, he superado obstáculos que se me han presentado en mi camino. No ha sido un proceso fácil, ya que para sanar he pasado momentos de angustia y tristeza, pero necesarios para continuar mi vida con una perspectiva nueva y equilibrada. Un abrazo."
Ana - Sevilla
Gracias a las tres terapias que he recibido de ti (Reiki, Astrorreflexologia podal y terapia mandibula), Reyes, he superado la enfermedad y me ha ayudado mucho en el tratamiento de la quimioterapia, con pocos efectos secundarios. Un abrazo
María - Sevilla
Si tuviera que explicar como me sentía cuando llegue a la primera sesión de Reiki, no sabría como describirlo, era una mezcla de ignorancia, incredulidad, inseguridad....pero tenia mucha necesidad de encontrar algo que me cambiara mi estado tanto físico como psicológico. Solo me hizo falta una sesión para darme cuenta de que estaba en el lugar adecuado y había encontrado la terapia que necesitaba. Recuerdo que lo primero que te dije fue: era probar esto o irme al psicólogo y por suerte me decidi probar primero esto de lo cual cada dia me alegro mas. Mi estado cuando llegue a la primera sesión era el de una persona totalmente perdida, hundida psicológicamente, controladora, insegura, con muchos miedos y todo ello afectando físicamente a mi espalda, cintura, cuello, mandibula.... Para mí la primera sesión fue totalmente una experiencia inexplicable, fue una sensación que jamas había vivido era como pasar a otro mundo, como dejar tu cuerpo en la camilla y que la mente viviera una nueva experiencia. A todas las personas que les he aconsejado Reiki (que son muchas) les he dicho lo mismo....es una experiencia que no se puede explicar , hay que vivirlo. Asi en cada sesión iba notando como me iba conociendo a mi misma y como iban saliendo aspectos de mi y de mi vida que ni siquiera yo conocía, o si los conocía los tenia bastante ocultos. Algunas sesiones han sido difíciles, muy difíciles porque es como si te desnudaras por completo y salieran a la luz problemas, traumas, complejos que estaban muy, muy, muy tapados. y ahí estabas tu que con tu santa paciencia y experiencia sabias sacarlos a la luz para ir eliminándolos y para ir quitándome “mochilas” que tenia de muchos años. Cuando ya psicológicamente y anímicamente me encontraba mucho mejor comenzamos con la Astrorreflexologia Podal la cual me ayudo mucho físicamente. Muchos dolores de cintura, cuello, cabeza me han mejorado muchísimo desde esas sesiones y con la Terapia de mandibula la noto mas relajada, todo la parte de la cara , cabeza...Quizas porque me enseñastes a no callarme las cosas y decirlas en el momento adecuado y con el tono adecuado. Si comparamos la persona que llego el primer dia a conocer lo que era Reiki a la persona que soy hoy, creo que quien me conoce sabe que son dos personas totalmente distintas. Aprendi de mis miedos, mis traumas, mis problemas...Las sesiones me ayudaron a sacarlos fuera y enfrentarme a ellos. Me ayudaron a darme seguridad en mi misma a enfrentar los problemas, solucionarlos y fuera, no guardarlos por miedo. Ahora puedo decir que soy una persona tranquila, con paz interior, segura y con fuerza....mucha fuerza porque cuando se toca fondo, solo se puede salir reforzada. Solo tengo palabras de agradecimiento y gratitud para estas terapias y como no para mi Reyes. Y por supuesto que aconsejo estas terapias porque no creo que haya nada mas completo y efectivo y sin tener que tomar esas medicaciones tan adictivas y tan perjudiciales a veces para la salud. Mil gracias por todo
Lucía - Sevilla
Mi primera experiencia con Astroreflexología Podal: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar" Cuando comencé el camino de Santiago en verano de 2015, sabía que me depararía muchas aventuras, desventuras y un millón de cosas por aprender. Lo que no me podía imaginar, era que algo en lo que no creía, me abriera una ventana (chiquita, chiquita) a un mundo muy antiguo pero nuevo para mi. En una de las etapas del camino, tuve la mala suerte de lesionarme el hombro derecho. A raíz de realizar determinados esfuerzos, sufrí de una tendiditis, que no me dejaba ni dormir por la noche. Un dolor agudo, intenso, incluso acostado en los catres de los albergues sufría un dolor muy perturbador. Una noche, al terminar la etapa en Pontevedra, una compañera de camino me invitó únicamente a que le dejara el pié derecho. Apoyado este en su regazo, se dispuso a actuar con el. ¡¡ Ven, trae el pié para acá", me dijo. Al principio mi respuesta era un poco reticente, pero al final accedí, sin saber lo que iba a pasar. Era muy escéptico en cuanto a terapias alternativas y no creía en ninguna terapia que no pasara por la facultad de medicina. Ya me entienden, ¿no?. Eso sí, doy gracias por esa primera experiencia, porque no recuerdo algo que me sorprendiera de ese modo. La compañera comenzó con la terapia, a manipular cada rincón mi pié derecho, que lo primero que me provocó, como ustedes comprenderán, es una relajación total de todo el cuerpo. La terapia continuó poniendo más énfasis y centrándose en puntos específicos del pié. Al mismo tiempo que se paraba en una determinada zona, era como si leyera en alto un libro en el que están escritos ciertos aspectos de mi vida. Dependiendo de la zona que manipulaba, ese libro de mi experiencia vital la hacía relatar y entender ciertos aspectos de mi: personalidad, debilidades, fortalezas, traumas, inquietudes... Cada comentario, contratado con mi respuesta, iba abriéndose camino entre la maraña de pensamientos y emociones que tiene uno en el interior. Para mi, pasar por esa terapia fue un descubrimiento de algo desconocido hasta el momento; que me ha abierto la mente y las ganas de aprender a entenderme más a mi mismo. Como digo yo, "curar el hombro no me lo curó", pero lo que es innegable es que me ayudó en dos aspectos: A través de la reflexología podal, como terapia científicamente demostrada, que se basa en las terminaciones nerviosas de la planta del pié, la relajación que sufrió mi sistema nervioso, desembocó en un desvanecimiento del dolor del hombro, que me permitió dormir esa noche plácidamente. Y como consecuencia, la tendiditis remitió al día siguiente, por el puro hecho de haber descansado la articulación de una manera óptima. Pero la terapia no queda solo en el puro hecho de ejecutar una manipulación en un punto clave del cuerpo lleno de terminaciones nerviosas. Sino que ese punto del cuerpo, llamado pié, tiene una información que si se sabe interpretar, ofrece la capacidad a un terapeuta, de enseñar el camino para superar barreras, miedos, traumas y experiencias tóxicas. La interpretación de toda esa información, hace que tu mismo busques más en tu interior. sobre todo te hace pensar en sentimientos enterrados, que crees que no afectan a tu vida diaria pero que en realidad si lo hacen. No se trata de adivinar, cosas, se trata de interpretar la información que ofrece la naturaleza: los físico y lo astral. Todos tenemos un por qué estamos aquí, un para qué y cómo hemos llegado hasta aquí. La astroreflexología podal te ayuda a descubrirlo, con el objetivo de hacerte reflexionar y entender, que hay algo más allá de lo físico que influye en cada decisión que tomamos. Es como descubrir un nuevo canal para pensar. Ahora, cada emoción que proceso, no va a un disco duro único que todo lo almacena, no. Ahora, comienzo a entender muchas reacciones que provoca cada vivencia, presente o pasada. A partir de esa experiencia, he seguido con la terapia y lo único que puedo decir, es que cada sesión me ayuda a entenderme mejor a mi mismo y mis emociones. Mi consejo, dejarse sorprender por una terapia tan maravillosa y abrir la mente un mundo que lo único que puede hacer es ayudarte a entenderte un poco mejor. Un saludo.
Alba - Santiago de Compostela